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Falacias comunes

Una frase poco conocida en los negocios dice que: “Las empresas no se mueren de hambre, se mueren de indigestión” es decir, cuando un modelo ha funcionado durante un tiempo tienden a fallar en su gestión para la administración de esa etapa de éxito.

Un ejemplo que vivimos de forma lamentable en México fue el sexenio de José López Portillo, que, basado en los descubrimientos de abundantes yacimientos petrolíferos, se dio a la tarea de hipotecar el futuro del país en aras de una administración de la abundancia. Sus caprichos dieron como resultado una de las peores crisis económicas que el país ha experimentado.

Existe una tendencia a pensar que las cosas, porque funcionaron de cierta forma, seguirán funcionando de la misma forma por siempre, en pocas palabras, un mundo ideal en el cual podemos seguir disfrutando de esta prosperidad.

Nadie objeta el que se haya llegado a una posición determinada, pero el mercado tiene la costumbre de virar de forma inesperada y la miopía, es decir, el ver las cosas solo en el corto plazo es un vicio que ha destruido muchos negocios a lo largo de la historia.

Curiosamente este fenómeno psicológico fue documentado en 1985 por Thomas Gilovich, Amos Tversky y Robert Vallone en su artículo “La mano caliente en el baloncesto” (The hot hand in basketball) Un estudio que cuestiona la hipótesis de las rachas, en este se desafía la creencia de que un jugador tiene más posibilidades de encestar si su tiro previo fue exitoso, parafraseando: “Estás teniendo éxito, por lo tanto vas a seguir teniendo éxito” Este estudio observó la inhabilidad de las personas para entender la aleatoriedad y los eventos aleatorios.

De igual forma la incapacidad de entender la aritmética detrás de ello puede llevar a las personas a formar suposiciones incorrectas basadas en eventos aleatorios. Un sesgo de este tipo se puede dar a cualquier nivel, es decir, no porque una persona no tenga una preparación académica está más expuesta que alguien que si la tiene, pero lo importante es que, si no sabe que buscar, no tiene forma de encontrarlo.Es excelente que los negocios tengan éxito, ese es precisamente el momento de hacer los ajustes previendo un futuro incierto, porque siendo honestos, en cuestión de competencia siempre habrá un pez más grande.

Es aquí donde entra aquella frase de Steve Jobs: “No tiene sentido contratar a personas inteligentes y después decirles lo que tienen que hacer. Nosotros contratamos a personas inteligentes para que nos digan qué tenemos que hacer”. Rodearse siempre de los mejores y que sean ellos los que te desafíen a pensar de otra forma, estar abierto a pensar que no lo sabes todo, porque no lo sabes y escuchar las voces que proponen un cambio hacia el frente y no hacia la aplicación de modelos anacrónicos como de pronto se suele hacer, es clave cuando se trata de la supervivencia y el crecimiento de tu negocio.

Si te sientes a gusto en donde estás, si te sientes cómodo con el lugar al que llegaste ¡Cuidado! Nada les hace más daño a tus laureles que dormirse sobre ellos, esa comodidad y estado mental que te dicen que todo está bien son el primer indicador del inicio de un descenso, porque, todo lo que sube, baja y así como un surfista busca la cresta de la ola, tienes que mantenerte en busca de la siguiente ola o bien, prepararte para hundirte.

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